Del 3-5% de las consultas pediátricas suelen ser por algún cuadro de estreñimiento; ya sean cuadros ocasionales o permanentes. ¿Tú has tenido a tu hijo/a atravesando por esta enfermedad? O, tal vez, ¿papá o mamá también la han padecido? El estreñimiento es una condición que preocupa a los padres. Es importante tener presente que, en los bebés, principalmente aquellos que reciben Lactancia Materna Exclusiva, es frecuente que, por varios días, incluso, hasta 12-14 días, no realicen deposiciones. Sin embargo, esto no se trata de estreñimiento, se conoce como disquecia del lactante o pujo y pude deberse a la inmadurez del sistema gastrointestinal del bebé. Entendamos entonces, cuándo hablamos realmente de estreñimiento y qué podemos hacer para eliminarlo.
¿Qué es estreñimiento?
El estreñimiento es la disminución en la frecuencia de evacuación de las heces, independientemente de cuál sea su consistencia, o, la expulsión de heces con dolor. Es cuando el niño/a realiza evacuaciones cada 3-4 días o una deposición demasiado grande o, incluso, dolorosa; con sangre en las heces debido a las grietas que pueden generarse por el paso del bolo fecal por el ano.
En otras ocasiones, el niño puede presentar un cuadro de falsa diarrea; evacuando pequeñas cantidades con una alta frecuencia; esto debido a un rebosamiento de la materia fecal que va drenando por los lados del intestino, generando un escurrimiento constante en la ropa interior del niño.
¿Cuáles son los tipos de estreñimiento?
- Estreñimiento de origen orgánico: cuando una enfermedad de base nos genera el estreñimiento, este es solo el 5% del total de los casos; y puede estar asociado a hipotiroidismo; trastornos hormonales o a alguna enfermedad rara como la Enfermedad de Hirschsprung.
- Estreñimiento de origen funcional: son las causas más probables. No hay una causa específica y, en la mayoría de los casos, está asociado a un desequilibrio en la dieta. Es muy común en niños que están en la etapa de control de esfínteres y desarrollo; donde retienen voluntariamente la materia fecal por el miedo que les generan las fisuras anales que se van presentando y se desencadena un aumento del dolor y del estreñimiento.
Sigue estas 5 recomendaciones para mantener a raya al estreñimiento
- Aumentar consumo de líquidos: principalmente agua. Es muy importante que se ingiera la cantidad apropiada según la edad.
2. Dieta adecuada y equilibrada: acompañando el aumento en el consumo de agua, la dieta es la principal responsable del funcionamiento gastrointestinal.
- Elimina las harinas refinadas como, pan, galletas y mecato/bollería. Y prefiere las harinas de origen integral; por su mayor aporte de fibra.
- Aumenta el consumo de fibra con semillas como chía, linaza, hemp y frutas con alto contenido de fibra; preferiblemente con cáscara y semillas. Garantiza que los niños coman 5 porciones diarias entre frutas y verduras.
- Recuerda nuevamente el aumento en el consumo de agua; si aumentas el consumo de fibra y no el de agua, se genera un empeoramiento del estreñimiento.
3. Actividad física: mantener los niños en movimiento promueve un buen funcionamiento del intestino. Caminatas en el parque; trotar; montar bicicleta, patines.
4. La postura para ir al baño: la mayoría de nosotros usamos el baño de forma incorrecta. Tener las piernas ligeramente flexionadas, adaptando un escalón al sanitario nos ayuda a evacuar con mayor facilidad.
5. Consumir probióticos: Sabiendo que, el 10% de nuestro peso corporal es de bacterias y una gran proporción de ellas están en nuestro intestino y provienen de nuestra dieta, es importante disminuir al máximo el consumo de alimentos ultraprocesados, especialmente las gaseosas, para recuperar el equilibrio en la microbiota. Igualmente, podemos consumirlos en alimentos fermentados como yogures, chucrut, kombucha o el pan de masa madre. Incluso, tu pediatra puede prescribir algunos probióticos; cuando se presenta estreñimiento posterior a un ciclo de antibiótico.
Por último, es muy importante que podamos identificar los signos de alerta que nos anuncian esta condición, anticiparnos y realizar los cambios pertinentes para disminuir las consecuencias de esta enfermedad. Adicionalmente, conocer las complicaciones donde se produce retención de la materia fecal, laceraciones perianales o situaciones donde el niño/a tiene miedo intenso a ir al baño; en este caso, debemos consultar con el pediatra o gastroenterólogo pediatra para recibir el tratamiento adecuado.
