La lactancia materna es un acto natural, sin embargo requiere formación y educación alrededor. Aunque muchas mujeres han deseado lactar a sus bebés desde la primera hora de vida, se enfrentan a múltiples barreras sociales, culturales, del servicio médico, familiares y sicológicas que desconoce y no sabe cómo enfrentar.
La falta de apoyo y orientación unido al nivel socioeconómico de la madre y el regreso al trabajo son los principales factores para el abandono temprano de la lactancia materna. Muchas madres ceden a la presión comercial y cultural para suplementar con fórmula desde los primeros meses, limitando la posibilidad de recibir todos los beneficios que trae consigo la lactancia para la dupla mamá-bebé. Para Colombia, según las cifras oficiales, a los 4 meses de edad solo el 36% recibe alimentación con Lactancia Materna Exclusiva (LME), aunque Bogotá ha registrado las tasas más altas, con 46,5% de niños amamantados a esta edad.
Uno de los vacíos que he encontrado para el abandono de la Lactancia Materna son, sin duda, los mitos, la desinformación y la presión comercial alrededor de la baja producción de leche en las madres, así que se vuelve una preocupación o incluso, una aseveración recurrente el “No produzco suficiente” o recurrir a diversas bebidas o alimentos para aumentar la producción; quedando todo en manos externas y no atacando la causa real y como consecuencia el abandono definitivo de la Lactancia.
Así que, vamos a hablar de esos miedos y soluciones para salir de este escenario de “baja producción” desde un punto de vista objetivo y con evidencia.
¿Cómo saber si mi bebé está tomando la leche necesaria?
Iniciamos con esta pregunta porque es la principal preocupación de las mamás con la baja producción. En los primeros días de vida, cuando se instaura este proceso de lactancia, es frecuente que las habilidades de succión de tu bebé no están desarrolladas completamente; llevando al bebé a tener tomas largas, de 40-45 min. Aunque no es posible determinar con precisión la cantidad de leche que está consumiendo tu bebé mientras está lactando, sí puedes guiarte por una serie de señales para garantizar que está consumiendo la cantidad que necesita:
- Pañales: en sus primeros días un bebé debe mojar 4-5 pañales de orina en 24 horas y realizar por lo menos, 1 evacuación daría; los primeros 3 días de color verde oscuro-.negro y posteriormente de color amarillo mostaza con presencia de grumos.
- Color de las heces: el color normal de las heces de los bebés amantados corresponde a un amarillo mostaza, cuando encontramos heces del color verde brillante, relacionarse con una toma parcial de cada pecho, donde el bebé solo está recibiendo la fase acuosa y no está recibiendo la última fase; por lo tanto, su ganancia de peso se puede ver afectada.
- Sueño: el bebé que después de amamantar se queda dormido y tranquilo posiblemente haya saciado su hambre.
- Frecuencia de alimentación: durante las primeras semanas es normal que tu bebé se alimentará cada 1 ½ a 3 horas. Sin embargo, si en esta primera etapa, esto no sucede y tu bebé sigue durmiendo o está somnoliento, debes ayudarlo a que no pasen más de 2-3 horas sin que reciba tu seno.
- Aumento de peso: es la mejor forma de estar seguro de la eficiencia de su alimentación. Aunque en los primeros días es normal que los bebés pierdan entre un 7-10% del peso de nacimiento, éste debe recuperarse en los primeros 15 días.
¿Qué puedo hacer para aumentar la producción?
Aunque, el 95% de las mujeres puede producir suficiente leche con una técnica adecuada de lactancia y un correcto agarre por parte del bebé o un extractor y solo un 5% presenta problemas de salud que impidan la producción, es muy común que las mujeres -mayormente primerizas- perciban problemas con la cantidad de leche que producen.
Te comparto algunas estrategias sencillas para aumentar la producción de leche dependiendo de la etapa en la que se encuentre tu bebé.
- La bajada de la leche: durante los primeros días se produce el calostro, la primera leche que sale después del parto, se da en cantidades muy pequeñas y es suficiente para alimentar al bebé. Después de 2-4 días se da la “bajada de la leche”, con una mayor producción; este paso se puede acompañar con paños de agua caliente sobre los senos, con precaución de no causar heridas en la piel.
- Rotar los senos: siempre ofrece el seno opuesto en la siguiente toma, para que ambos reciban la misma estimulación y, por lo tanto, ninguno disminuya su producción con el paso de los días.
- Agarre correcto: hay varios puntos para tener agarre correcto, no escuchar sonidos de entrada de aire es importante para verificar que se está haciendo adecuadamente, un buen agarre debe ser hermético. Un buen agarre no solo mejora la producción de leche, sino que evita laceraciones y dolor durante la lactancia.
Foto: @abrazaditos
- Extracciones: realizar extracciones manuales o con ayuda de un extractor eléctrico para extraer leche adicional después de cada toma de tu bebé. Evita abusar de esta técnica, puede causar una hiperproducción y complicarse con una mastitis.
- Masajes: masajear y comprimir los senos, desde el exterior hacia el pezón, previamente y durante la toma de tu bebé, ayuda a vaciar los senos completamente y a aumentar la producción de leche.
- Chupos/teteros: evita chupos o suplementar en tetero (incluso si es de leche) durante el primer mes de vida, esto puede generar confusión tetina-pezón en el bebé y como consecuencia, este deja de succionar adecuadamente la leche del seno y se reduce la producción. Si necesitas suplementar con leche materna puedes usar el método dedo-jeringa o usar un vasito.
- Descanso: Acepta y apóyate, en tu círculo más cercano para delegar actividades que te desgasten de forma adicional como hacer las compras, la cocina, el arreglo de la casa; enfoca toda tu energía en la producción de leche y en tu descanso en los momentos que te sea posible.
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“¿Cómo prepararse para la lactancia desde el embarazo?”: https://www.youtube.com/watch?v=VRcJMkg8zUQ
“Producción de leche materna”
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