Anemia y consumo de hierro

El primer año de vida de un bebé es una etapa crítica en su desarrollo, y la nutrición juega un papel fundamental en su salud a largo plazo. Uno de los temas importantes que los padres y madres deben entender y abordar es la anemia y el consumo adecuado de hierro durante este período crucial.

¿Qué es el hierro y cuál su relación con la anemia?

El hierro es un mineral indispensable para que los glóbulos rojos de la sangre transporten el oxígeno desde los pulmones hacia cada una de las células del cuerpo. La falta de hierro puede generar anemia, una condición que genera conduce a tener glóbulos rojos no saludables, que son incapaces de llevar el oxígeno a los diferentes tejidos. En los bebés, esta condición puede generar problemas de desarrollo físico y cognitivo si no se trata adecuadamente.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor del 42% de los niños menores de 5 años en países en desarrollo padecen anemia. Esta estadística es preocupante, ya que la anemia puede tener efectos a largo plazo en la salud y el desarrollo de los niños y niñas.

Anemia en bebés y consecuencias

Los síntomas de la anemia en bebés pueden variar, pero algunos de los signos más comunes incluyen irritabilidad, palidez de la piel, ictericia, debilidad leve, fatiga, mejillas y labios pálidos, en el interior de los párpados y en la uña tener un color rosado más pálido de lo normal, aumento de la frecuencia cardíaca o retraso del desarrollo o el aprendizaje. A largo plazo, la anemia no tratada puede afectar el desarrollo cerebral y físico, lo que puede influir en el rendimiento académico al reducir la capacidad de atención y en la calidad de vida en la infancia, teniendo un mayor riesgo de infecciones y enfermedades. En casos más complejos puede haber mareo, dificultad para respirar, dolor de cabeza e inflamación de manos y pies.

Cuando se requieren medicamentos o suplementos, siempre deben ser formulados por el pediatra. En algunas situaciones, estos medicamentos pueden generar estreñimiento (ver artículo: https://pediatranatalialban.com/5-recomendaciones-si-tu-hijo-tiene-estrenimiento/); La mejor prevención y complemento del tratamiento médico siempre será mantener una alimentación balanceada y rica en alimentos con hierro.

Hierro en el primer año de vida

La lactancia materna es la fuente ideal de nutrición para los bebés en los primeros 6 meses de vida. Sin embargo, después de este período, la leche materna por sí sola puede no proporcionar suficiente hierro para satisfacer las necesidades en rápido crecimiento de un bebé.

Es importante que, a partir de los 6 meses, se introduzcan gradualmente alimentos sólidos ricos en hierro en la dieta del bebé, mientras se continúa la lactancia materna. Los alimentos ricos en hierro ayudan a prevenir la anemia y a garantizar un desarrollo saludable.

Consejitos útiles

Te comparto algunos consejos para garantizar que tu bebé obtenga suficiente hierro en su dieta:

1. Lactancia materna: prefiere la lactancia materna desde el nacimiento.
2. Alimentación complementaria (AC): inicia la AC, a partir de los 6 meses, con alimentos ricos en hierro como carne pavo, pollo, pescado, hígado, lentejas, fríjoles, cereales fortificados y verduras de hojas verdes.
3. Vitamina C: siempre que consuma alimentos ricos en hierro de origen vegetal ofrece una fuente de vitamina C natural como kiwi, guayaba, naranja, fresas o arándanos; con esto aumenta la absorción del hierro.
4. Vitamina A: esta vitamina también es requerida para la mantención de un nivel normal de hierro, aunque aún está en estudio su papel específico, se sabe que su déficit se asocia a la presencia de anemia aún con niveles de hierro normales. Ofrece con frecuencia, alimentos como batata, zanahoria, brócoli, melón, tomate y mango.
5. Evitar comer alimentos ricos en calcio con las principales comidas: el calcio es un inhibidor natural de la absorción de hierro. Así que, evita en las comidas principales alimentos como yogur, pudín, leche o queso.
6. Cocinar en una olla de hierro: Doctora, ¿es verdad? Aunque suene un poco raro, cocinar en ollas de hierro es una forma sencilla de aumentar la cantidad de hierro en los alimentos con bajo aporte de este mineral, como el arroz.

En resumen, el hierro y la prevención de la anemia son fundamentales en el primer año de vida de un bebé. Asegurarse de que reciba suficiente hierro a través de una dieta equilibrada es esencial para su crecimiento y desarrollo saludable. La lactancia materna es un gran comienzo, pero a medida que el bebé crece, la introducción de alimentos ricos en hierro se convierte en un componente crucial de su nutrición. La consulta con un profesional de la salud es clave para garantizar que las necesidades nutricionales de tu bebé estén siendo satisfechas de manera adecuada.

Para que la Alimentación Complementaria sea una etapa maravillosa para tu bebé y tu familia,  te invito a mi curso ¡A comer! encontrarás todo lo que necesitas para esta etapa, creado con base en mi experiencia, formación y todas las preguntas, dudas, mitos, y errores de las familias que he acompañado en este proceso….

No tienes por qué vivirlo sola y cometer los mismos errores, ¡Hagámoslo juntas!